miércoles, 10 de marzo de 2010

Cómo ser tú y no morir en el intento

Parecía que la primavera había llegado a Madrid, pero entre la ciclogénesis explosiva, el nuevo frente frío y las lluvias, volvía a ser invierno. Al salir a la calle sentí frío, pero era normal, a las 22.30, una noche de marzo, y con un vestido escotado, es lo menos que podía sentir. Esa noche había que ir guapa y sabía que, en el fondo, el frío era sólo algo superficial.
Frío en la calle. Calor en el Metro. Calor en mi cabeza. Frío en los pies. Me pasa siempre que estoy nerviosa, no lo puedo evitar. Así que puse en práctica los trucos de la respiración, por aquello de lo aprendido en yoga años atrás y tal... Respirar... inspirar.... respirar... inspirar.... fuera nervios... inspirar... expirar... ah no... inspirar... Total que no se me fueron los nervios hasta que le vi.
El chico del metrochentayseis y su sonrisa desconocida me estaban esperando con un halo de calor. De repente me ardían los pies. Todo va a ir bien. Inspirar... Sé tú misma. Aunque con esas piernas, como salga corriendo será difícil alcanzarle... Sé tú misma. Me ha sonreído, va bien. Fue bien. Y por si os interesa saberlo, no morí en el intento.

2 comentarios:

Belén Gordo dijo...

Sé tu misma!!! con frío en los pies y la cabeza que echa humo!!! ;-D

Doña Col dijo...

Una hace lo que puede, Xu...

:)