lunes, 24 de agosto de 2009

Valium

Me dolía mucho el pecho desde hacía 4 días. Pinchazo en el corazón. Pinchazo en las costillas. Pinchazo en el cuello. Pinchazo en la espalda. El sábado ya no pude más y fui a urgencias del Gregorio Marañón. Tras una breve discusión con la señora de la recepción que me bronqueó por no tener tarjeta sanitaria y un breve reconocimiento de pulsaciones y tensión (todo bien, gracias), me toca esperar. Sólo fueron 10 minutos.

-¿Lorena Gracia?
-Soy yo- digo.
-Si está bueno el médico y todo, y me va a tener que ver medio en bolas. Mierda- pienso.
-Pasa. Siéntate en la camilla. Cuéntame qué te pasa.

Se lo cuento. Me mira. Piensa.

-¿Has tenido estrés últimamente?
-Pues sí pero tú me lo podrías quitar, aquí mismo además- pienso.
-Pues... estoy con una mudanza, mi trabajo no es nada relajante y soy hiperactiva. - le digo.

Como mi explicación no le convene me pregunta 3 veces si estoy embarazada o podría estarlo.

-¿Estás embarazada o podrías estarlo?
-Pues no.
-¿Estás segura?
-Claro.
-¿Estás segura, segura?
-¿Tengo cara de estarlo? ¿Lo dice porque parezco una mesa-camilla?-pienso
-Segurísima, como no sea por por obra del Espíritu Santo...
-Está bien, te voy a hacer una pruebas para descartar cosas.

Sala de espera. Electrocardiograma, valium y pinchazo en el culo. Sala de espera. Rayos X. Sala de espera. Menos mal que un hombrecillo con aspecto de huevo que dice haber nacido el 7 de enero de 1931 me entretiene con sus comentarios. Médico buenorro.

-Tienes ansiedad.
-¿No me digas?- pienso.
-Ah, pues yo no me noto nerviosa.
-Pues sí.

Patada en el culo. Salgo de urgencias con una receta para poder comprar drogas en la farmacia. Valium.

-Qué bajo hemos caído- pienso.

Moraleja: pensar demasiado, es tontería.

jueves, 20 de agosto de 2009

Las barritas de adelgazar, engordan

Con todo esto de las vacaciones y los atracones y los tintos de verano y las tapitas y la cañas y la comida con la familia, las últimas conversaciones en las que me he visto involucrada, o he sido oyente involuntaria, han versado sobre las dietas de adelgazamiento. Estaba pensado en escribir un post sobre las obras que hay en Madrid, pero he escuchado la frase que da título a la entrada y no he podido evitarlo...

- Las barritas de adelgazar, engordan.
- ¿Cómo que engordan? No puede ser, si no no sería de adelgazar...
-¡Que sí, tienen 200 calorías! ¡Lo mismo que un filete!

La conversación ha seguido y he aprendido que hay alimentos que tienen calorías negativas. Por ejemplo, 100 gramos de espárragos te aportan 24 calorías, pero al quemarlos gastas 40... Todo un mundo este de las dietas, que nos engulle y nos vuelve locas, sobre todo a las mujeres, aunque cada vez más hombres se están preocupando por su peso (de manera excesiva por ambas partes, diría yo). Según una página web que estaban consultando mis compañeras de trabajo para llegar a un peso de 55 kilos, una mujer que lleve una vida sedentaria, es decir sin deporte, debería ingerir como mucho 1.200 calorías al día. Un aburrimiento (aunque esta que os enlazo no es de las pores). Nada de caprichos, en las terrazas ni caña ni vino: agua, y las aceitunas a imaginárselas...

Diréis que no me preocupo por mi cuerpo ni por mi salud, pero es que sólo he seguido una dieta seria una vez y sí, adelgacé, pero no era más feliz por entrar en un pantalón más pequeño. Quizás caemos en el error de pensar que dieta = ensalada. Y estaréis de acuerdo conmigo en que nuestra cocina tiene muchas posibilidades para combinar menús que no supongan comer sólo hojas de lechuga y bocadillos de aire. Yo abogo por lo mediterráneo, por el pescado, por el chuletón, por las lentejas, por el cocido (aunque no me guste), por el tinto de verano y por la tapa de aceitunas. Y más aún por la menestra, las judías, la coliflor, las zanahorias y la sopa de pescado.

Y si es bien acompañada, mejor.

martes, 18 de agosto de 2009

Mudanza y caja de herramientas

Otra vez. La tercera en tres años. No se si es porque no encuentro mi sitio, porque me gusta coplicarme la vida o simplemente porque soy adicta a las mudanzas. Espero que sea la definitiva porque esto da mucho trabajo y daña los riñones... La verdad es que me da pena dejar este pisito de Vallecas pero también tengo ganas de ir por fin al centro después de 10 años en Madrid.

Hoy he quedado con la casera del piso para colgar el cartel de "Se alquila" y ver cómo vamos dejar cerradas todas las cuentas y me ha hecho gracia un comentario que ha hecho sobre las mujeres que viven solas. Valentina opina que somos más apañadas que los hombres, además de más inteligentes. Le he dado la razón y le he enseñado mi caja de herramientas. La verdad es que no era consciente de la cantidad de artilugios y talabartes que tengo. He de admitir que alguna herramienta no se para qué se usa exactamente, ya que me las quedé en la separación de bienes, pero quedan muy monas ahí en su cajita... A mi lado el barbas de "Bricomanía" es sólo un aficionado, jaja.

Lo que no tengo es taladro... menos mal que alguien inventó los clavitos con soporte blanco que no destrozan la pared.... ¿Sería una chica? POrque está demostrado que a los hombres lo que más les gusta es perforar las paredes. Supongo que será por eso de la penetración... de clavos, claro.