miércoles, 2 de septiembre de 2009

El traslado

Pues nada, ya me he mudado... menudo día que he tenido y qué jardín tengo montado en el nuevo piso, y eso que he colocado bastantes cosillas. La mudanza en sí ha durado 4 horas muy intensas con los chicos de la Asociación Reto a la Esperanza que se han portado genial y han sudado como cerditos los pobres. El resto del día lo he pasado sola, en casa, ordenando, colocando, deshaciendo cajas... Esperaba visita, pero los demás siempre tienen algo mejor que hacer. En momentos como estos es cuando echo de menos a mi familia, porque estoy contenta y no tengo con quién compartirlo (aquí en la casa, me refiero). Se me han quitado las ganas de hacer fiesta de inaguración y todo... aunque como si la hago será el octubre, supongo que en frío se me habrá pasado el cabreo.

Y ahora, después de una ducha fresca, un gazpacho, un poco de queso y el último disco de Pereza, me voy a la cama. Qué día tan largo.