domingo, 14 de noviembre de 2010

Absurdos




Es que a veces el mundo es tonto.
Es absurdo, pero es tonto.
No lo intentes cambiar de momento
porque al menor contratiempo
harás un aspaviento
buscando un "lo siento"
pero no habrá respuesta.
Nadie está contento.
Pero mira que es tonto.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Cuando te duele el todo

Sentir dolor en el corazón
es sentir dolor en el todo.
No controlar la emoción
es perder la noción y el modo
no sólo del tiempo.
También del sentimiento.
No sé, serán cosas del otoño

Como no somos perfectos moriremos como insectos



(Post publicado en La Gata Flora, mi blog de La Sexta)

Este post llega un día tarde porque el concierto fue el jueves pero ayer estuve indispuesta, así que me disculpen. Son las cosas de las amapolas, que si no les da el sol se marchitan. Son las cosas del otoño. Y son las cosas de Delafé y las Flores Azules. Conocí a este grupo hace unos añitos con Elvira, amiga del alma, y este jueves repetimos con la presentación en sociedad de “Las trompetas de la muerte”. Un disco en el que Helena Miquel tiene más protagonismo que en los anteriores (será porque al separarse el grupo quedaron chico+chica, por el tema de la paridad y tal), pero donde ella y Oscar D’aniello hacen mejor pareja que nunca (aunque tengo entendido que ya no son pareja, sentimental quiero decir). Y Dani Acedo es el mejor aderezo posible. Entendiendo como aderezo lo que da sabor a las comidas.

Muchos temas del nuevo disco, como es lógico, y muchos temas antiguos de cuando eran Facto Delafé y las Flores Azules. Todos me gustaron, bueno, ya me gustaban, pero me gustó verlos en escena. Mucho más valiente que cuando les vi hace unos cuatro años. Divertidos, atrevidos, coreados y parafraseados. Y mira que es complicado a veces seguir el ritmo hiphopero de Oscar D’aniello, pero da igual, tú cantas “nananananana” cuando no te sabes/recuerdas la letra y todos tan contentos. Helena estaba guapísima con su falda de tul y se lució intentando bailar el “Steady Running” (que podéis ver en el videoclip de “Espíritu Santo” para aprenderlo… ojo porque no es fácil). Los pasos imposibles de Delafé nos dejaron como siempre estupefactas; porque todas las mujeres que había en el Teatro Eslava pensamos en esos gemelos, estoy segura. Genial la escenificación, la fuerza de las coreografías, el escenario. Una pena que llegué un poquillo tarde y no pude ver muy bien los bailes pero los que los disfrutaron totalmente entienden lo que digo.

Delafé y las Flores Azules me gusta porque es hip hop, es pop, es soul, es música electrónica pero sobre todo es verso. Y los versos son comprometidos y alegres. Son las cosas del día a día. Son recuerdos y anhelos. Son historias de amor y de desamor. Imágenes de una vida ideal. Canción protesta. Valentía en estado puro. Encontrar una sonrisa y perderte en ella. Y reír, por no llorar.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Desengaño religioso

(Publicado en La Gata Flora, mi blog de La Sexta Noticias)

No me gusta este Papa. De Juan Pablo tengo buenos recuerdos porque la verdad es que era majete y me tocó cuando yo era una aspirante a beata. Los domingos, en misa de 11, era monaguilla. Asistía a todas las clases de catequesis, participaba en el grupo de teatro de la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes de Tudela y recitaba poemas a la Virgen en fiestas importantes, algo que enorgullecía mucho a mi madre, profesoras y al párroco, que me daba caramelos de limón y naranja y ya más adelante alguna que otra moneda de quinientas pesetas o algún billetico de mil.
Mi primer desengaño amoroso lo tuve con la Iglesia, bueno, con Dios. Fue un drama familiar y cuando el Padre Aurelio me cogió por los hombros y me dijo: “Con Dios estarán mejor” (¿perdona?), perdí la fe. Nunca olvidaré ese instante. Es duro asumirlo, pero así fue. Y nunca me he arrepentido de ello, aunque es cierto que parecemos obligados a creer en algo (porque, ¿en qué creen los que no creen? Esto ya se lo preguntaba Umberto Eco…). Yo no se en qué creo. Supongo que en nadie porque no me aferro a nada cuando quiero tener suerte con cualquier cosa ni me encomiendo a las Atalayas del Norte cuando tengo un problema. Simplemente pienso que las cosas pasan porque tienen que pasar, no porque esté escrito en los escritos ni nada de eso, no… Las cosas pasan, y punto. ¿Podemos influir en los avatares del destino? Esto es una contradicción en sí misma, el destino, destino es.
¿Y por qué os cuento esto? Porque estoy impresionada con el despliegue por la visita de Su Santidad, el emisario de Dios, a Santiago de Compostela… pero pocos decimos que no se está vendiendo el merchandising, que sólo han ido unas veinte mil personas a verle, que los hoteles no están al 100% como se esperaba y que ya no despierta esas pasiones de padre que siempre se han atribuido a esta “figura eclesiástica”. Que me parece bien que venga, igual que el Dalai Lama o el Ayatolá Abdulá (este me lo he inventado), pero no seamostanpesadoshombreyaporfavor.
Y en el momento en que escribo estas líneas, el Papa se va a Barcelona, con el estómago rebosante de pulpo y albariño, con sus zapatos de firma, sus casullas bordadas en oro y su papamóvil. Barcelona la anticlerical, que para eso se proclamó allí una Segunda República
(Apunte histórico: Eibar fue la primera ciudad en izar la bandera tricolor, por mucho que digan los catalanes).

sábado, 6 de noviembre de 2010

Inquietudes

Te recuerdo.
Recuerdo tu altura, tus ojos marrones.
Tu forma de andar y de mirarme.
Tu sonrisa y tus inquietudes o, mejor,
tu inquietud.
La recuerdo bien, era, ¿seguirá siendo?,
como de niño pequeño.
Te recuerdo en mi recuerdo.
Te recuerdo en mi cama
y te recuerdo
en mi silencio.

domingo, 31 de octubre de 2010

Sobrevivir(lo)

Llega oscuro y nuboso noviembre
lleno de incertidumbres bajo los árboles,
lleno de hojas secas bajo los bancos.
Pero noviembre es así.
Empieza con los muertos y termina con el frío.
Un actitud positiva se necesita
para afrontarlo.
Para sobrevivir(lo).
¿No es un mes raro?
De crisantemos y de lluvia.
De sol y de casi invierno.
De transición, de reflexión, de sprint final.
Noviembre nuevo. Lágrimas viejas.

martes, 26 de octubre de 2010

Recuerdos

A veces pienso que sueño o tal vez sueño que pienso. Porque cuando la lluvia huele a asfalto no me resulta fácil pensar en mis sueños, sino que lo más sencillo es cerrar los ojos y soñar, para que así mis pensamientos se liberen y salten de los charcos.

18/01/2002

domingo, 24 de octubre de 2010

Un ángel

Por la noche entras en mi alcoba
como un ángel
de blancas alas.
De dulce sonrisa.
De sueños llenos de plumas

domingo, 17 de octubre de 2010

Amor de gata

Acabo de terminar un libro en el que la gata favorita del protagonista, tiene un protagonismo especial. Y no sólo porque salga en la portada. Se llama Penélope, es de color negro, lleva un collar de perlas en el cuello, tiene 8 hermanas, es ninfómana, lesbiana, coqueta, alcohólica y muy femenina. Su dueño es un señor que se cree Jackson Pollock, que está loco de atar y que tiene una obsesión sexual tremenda con su compañera de largos bigotes.

Me lo regaló una amiga el día que Germán San Nicasio presentó su libro en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, hace unas semanas. Me ha dejado algo perpleja porque este chico escribe como si lo hiciera con los despojos del alma de alguien que ha vivido mucho. A borbotones, sin miramientos, sin tabúes, de una forma explícita, quizás algo barroca en algunos trozos, pero como si lo hubiera escrito un loco. Como si te lo estuviera contando un loco con camisa de fuerza. No se corta un pelo en describir la relación sexual que hay entre el protagonista y su mascota (no quiero destripar el libro, pero hay una escena que te la imaginas y da un poquillo de repelús). Quizás eso me ha producido un cierto rechazo, porque me gustan los gatos. Pero visto desde otra perspectiva sí es cierto que al ponerse en absoluta y firme segunda persona es necesario escribir así. Son los pensamientos de uno mismo, lo más íntimo y personal. Haz un esfuerzo ahora y piensa en los pensamientos que te vienen a la mente cuando estás planchando, haciendo la cena, viendo la tele. Hay recuerdos que nos vuelven locos a todos.

“La cárcel de Jackson Pollok” no te deja indiferente. Porque es un trocito de nosotros mismos. Porque parece surrealista pero tiene mucho de verdad. Porque Germán escribe con despecho. Y porque no hay complejos en ninguna página de la novela.

Imposible

Si estamos equivocados,
¿por qué sonríes así?

Si nadie es de nadie,
¿por qué tienes mi alma?

Si tienes mi alma
ya no puedo sentir nada...
es una sensación imposible.

sábado, 16 de octubre de 2010

leit motiv

La mujer había perdido la motivación. Un día despertó y se dio cuenta de que dormía sola y desnuda. Se lo había llevado todo. Sólo le dejó operativas las papilas gustativas.

sábado, 9 de octubre de 2010

Otoño

No se qué tiene el otoño para ponerme tan triste. Pero el caso es que me gusta. A veces me da miedo darme darme cuenta de que en el fondo disfruto regodeándome en mi nostalgia. Hoy soy la chica de la mirada gris. Y tengo fiebre... puaj.

domingo, 3 de octubre de 2010

Cosas que pasan

A veces pasan cosas
que quedan en el olvido.
A veces las recuerdas.
Otras veces las vomitas.
Otras veces te las bebes
y te emborrachas.
A veces hay cosas
que nos vienen al oído
y no son susurros.
Son suspiros.

Lo que necesitas es crear



Viernes por la noche. Entras y todo es movimiento. Gente que va y viene. Probando, probando, un, dos. La exposición está al fondo. Niños. Cuadros. Amigos. Cerveza. No fumar. Humo de tabaco. Un buitre disecado. Tienda gratis. Hip hop. Flamenco. Teatro. Dos niños mueven sus cabecitas de un lado a otro mientras un skater se desliza de un lado a otro de la pista de madera hecha a medida. Grafitis. Huerto ecológico en jardineras. Botellón. Gente que escala por la pared. Barra del bar. Comida, color, música, arte… cultura. Y para hacer y divulgar cultura hace falta un espacio. Y en Madrid el espacio es la antigua fábrica de Tabacos de Lavapiés, La Tabacalera (Centro Social Autogestionado).

En febrero de 2011 termina el contrato que el Ministerio de Cultura firmó con una plataforma de vecinos de este barrio madrileño y no se sabe lo que va a pasar. Desde la coordinación me dicen que no harán tanta protesta como un ejercicio de estrategia y negociación. Pero han demostrado que tienen las cosas claras, que quieren cultura libre, copyleft, top manta, menos comisarios y más libertad de exposición. Más igualdad de oportunidades, tanto para los que crean como los que acceden a esas creaciones. Y lo demostraron la semana pasada cuando, manteniendo firmes sus principios, consiguieron que Alejandro Sanz no grabara su último videoclip allí, porque Alejandro Sanz está en contra de la cultura libre y fue uno de los artistas españoles que no firmaron la petición de despenalización del top manta. Y mira que me duele, porque hace unos años yo era super fan del cantante…

Sin embargo, pese a todas las actividades de este centro social y cultural, único en la capital de nuestro país, la Ministra González- Sinde, no ha ido ni a darse una vuelta para ver qué se cuece en La Tabacalera, sólo a dar una rueda prensa para decir que en febrero empezarán ya con las obras del futuro Centro Nacional de Artes Visuales, que deberían estar terminadas en el año 2012. Sinde dijo en agosto que además de los proyectos de fotografía y video gestionados por el Gobierno, habría otras actividades por iniciativa ciudadana pero sinceramente lo veo complicado teniendo en cuenta los diferentes objetivos que persiguen la Ministra y los coordinadores del centro. Y tampoco creo que los vecinos de Lavapiés accedan a compartir espacio con gestores culturales de lo que probablemente quedará reducido a un museo o pasará a las manos de un banco, como pasó con La Casa Encendida.

Este rollo que he soltado probablemente no te interese, pero como pienso que la cultura es muy importante para la formación de la ciudadanía, y además me gusta la gente creativa y con ideas que intenta administrar su locura creando, quería compartirlo con vosotros. Porque creo que si se suspenden las actividades de La Tabacalera se dará un paso atrás. Y este centro debería ser un ejemplo para el resto de ciudades españolas con un circuito cultural activo. Porque sin espacio no hay cultura.

NOTA: Aprovecho para promocionar la exposición de Juanjo Santos “El perro de Goya” que estará abierta hasta el 10 de octubre en el sótano. Es lo que tiene que no haya filtros comisariales, que locos como Juanjo pueden enseñar a los demás muestras de su locura.

domingo, 4 de abril de 2010

Cuatro hojas


Tengo un trébol de cuatro hojas y dicen que eso trae buena suerte. No me lo he encontrado accidentalmente. El Gabinete de Prensa de Turismo Irlanda me regaló una macetita con cuatro semillas y un poco de tierra. La regué. Una semilla germinó con cuatro tréboles y uno de ellos tiene cuatro foliolos. Es una tontería pero me ha hecho ilusión, es la primera vez en mi vida que veo uno y aunque no creo en estas cosas, estoy segura de que me va a dar mucha suerte. Indagando por internet he encontrado el significado de los cuatro foliolos y me ha encantado el descubrimiento.
El primero es para la esperanza. Y me siento esperanzada, con ganas de empezar de nuevo. Lo veo todo verde, me siento con fuerzas y con ilusión.
El segundo es para . No cristiana en mi caso. Tener fe es confiar en alguien. Y necesito que alguien tenga esa confianza en mi, la misma que yo tengo. La misma fé que yo tengo. Comi si fuéramos una deidad.
El tercero es para el amor. Pero para darlo y recibirlo al mismo tiempo. Para amar de la misma manera.
Y el cuarto es para la suerte. En esta no creo mucho. No creo que sea cuestión de suerte sino de convencimiento y de trabajo en todos los sentidos.
Hay gente que me dice que tengo suerte por la vida que tengo, por el trabajo, la familia, los amigos... No es cuestión de suerte, es cuestión de no perder la esperanza, de tener fé y de hacerlo todo con mucho amor... Quizás por eso mi trébol es de cuatro hojas. Él me ha encontrado a mi (aunque lo más probable es que el trébol estuviera tratado genéticamente tal y como he encontrado indagando por la red...).

sábado, 3 de abril de 2010

Niño dormido


Le recuerdo grande, torpe, con el pelo revuelto y ya escaseando, con las camisetas llenas de agujeros por fumar porros, con las manos enormes y cariñosas... Recuerdo su olor y su sonrisa, amplia, franca, su risa poco ruidosa. Sus pasos que más que pasos eran zancadas. El poema que siempre tenía en la boca. La mirada dulce, de perro pachón. El beso que me dio y el beso con el que le correspondí. Las noches mirando las estrellas a través de una ventana en un ático de una ciudad del norte. Pásabamos las horas muertas hablando de cualquier cosa, haciéndonos amigos, queriéndonos, comiendo chucherías, escuchando esa música horrible que le gustaba. Recuerdo su acné. Sus panatalones anchos, su móvil enorme, sus llamadas a las tantas de la madrugada para poner una canción que no decía nada pero que lo decía todo. Recuerdo que estaba enamorada de él. Pero él no lo estaba de mi, aunque me escribiera poemas de amor. Le recuerdo con dulzura, aunque me hizo daño. Hace siete años es el niño dormido en el que pienso ya no a diario. Quizás tiene margaritas en su ombligo y además en sus dedos que se vuelven pan, barcos de papel sin altamar...

domingo, 21 de marzo de 2010

Hazme reir (sin que te lo tenga que pedir)


Ayer vi una película que me gustó mucho. Trata sobre las entrañas del amor, pero en una trama psicológica muy interesante donde se van descubriendo las necesidades que cada uno tiene en sus relaciones personales. El amor no es suficiente, aunque es el pilar de nuestra vida. En "Lantana" he redescubierto la importancia de la pasión, la lealtad y la reciprocidad. Parece una tontería porque esto debería tenerlo claro, sobre todo después de haber pasado por una relación larga, alguna esporádica y unos cuantos amores de barra, pero el cine tiene estas cosas, que nos lo hace más fácil y nos ayuda a entenderlo casitodo con historias de las que nosotros mismos podríamos ser protagonistas. En esta cinta los protagonistas apenas ríen. Sólo un matrimonio, al que le faltan muchas cosas, pero que tiene otras que son suficientes para sentirse felices. Se hacen reir el uno al otro.
Precisamente hoy le comentaba a mi compañera Ana lo importante que es para mi que alguien me haga reir. Pasamos la vida corriendo, con responsabilidades en casa y en el trabajo, con poco tiempo para disfrutar de los nuestros. Y de repente alguien aparece ahí, en tu camino, como una setilla, te dice cuatro cosas y te hace reir. Entonces te planteas si eres feliz, porque hace tiempo que no te hacían reir así y te das cuenta de que riendo así eres más feliz. De que esa Persona te hace feliz. Y lo hace sin que le pidas que te haga reir, porque sin darte cuenta la Persona ha descubierto que lo necesitas. Y la coraza que parecía de hierro resulta que es de latón. Menuda sorpresa.

sábado, 20 de marzo de 2010

Lo esencial es invisible a los ojos



Fue entonces que apareció el zorro:
- Buen día - dijo el zorro.
- Buen día – respondió cortésmente el Principito, que se dio vuelta pero no vio a nadie.
- Estoy aquí – dijo la voz –, bajo el manzano...
- ¿Quién eres? – dijo el Principito. – Eres muy bonito...
- Soy un zorro – dijo el zorro.
- Ven a jugar conmigo – le propuso el Principito. – Estoy tan triste...
- No puedo jugar contigo – dijo el zorro. – No estoy domesticado.
- ¡Ah! Perdón – dijo el Principito.
Pero, después de reflexionar, agregó:
- ¿Qué significa "domesticar" ?
- No eres de aquí – dijo el zorro –, ¿qué buscas ?
- Busco a los hombres – dijo el Principito. – ¿Qué significa "domesticar" ?
- Los hombres – dijo el zorro – tienen fusiles y cazan. ¡Es bien molesto! También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
- No – dijo el Principito. – Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"?
- Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro. – Significa "crear lazos..."
- ¿Crear lazos?
- Claro – dijo el zorro. – Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo...
-Comienzo a entender - dijo el Principito. – Hay una flor... creo que me ha domesticado...
- Es posible – dijo el zorro. – En la Tierra se ven todo tipo de cosas...
- ¡Oh! no es en la Tierra – dijo el Principito.
El zorro pareció muy intrigado:
- ¿En otro planeta ?
- Sí.
- ¿Hay cazadores en aquel planeta?
- No.
- ¡Eso es interesante! ¿Y gallinas?
- No.
- Nada es perfecto – suspiró el zorro.
Pero el zorro volvió a su idea:
- Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen, y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Los otros pasos me hacen volver bajo tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música. Y además, mira ! Ves, allá lejos, los campos de trigo ? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. Y eso es triste ! Pero tú tienes cabellos color de oro. Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado ! El trigo, que es dorado, me hará recordarte. Y me agradará el ruido del viento en el trigo...
El zorro se calló y miró largamente al Principito:
- Por favor... ¡domestícame! – dijo.
- Me parece bien – respondió el Principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
- Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
- ¿Qué hay que hacer? – dijo el Principito.
- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente el principito regresó.
- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; ¡descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.
- ¿Qué es un rito? – dijo el principito.
- Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro. – Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Mis cazadores, por ejemplo, tienen un rito. El jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Entonces el jueves es un día maravilloso ! Me voy a pasear hasta la viña. Si los cazadores bailaran en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el Principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:
- ¡Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.
- Es tu culpa – dijo el Principito -, yo no te deseaba ningún mal pero tú quisiste que te domesticara.
- Claro – dijo el zorro.
- ¡Pero vas a llorar! – dijo el Principito.
- Claro – dijo el zorro.
- ¡Entonces no ganas nada!
- Sí gano –dijo el zorro – a causa del color del trigo.
Luego agregó:
- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.
El Principito fue a ver nuevamente a las rosas:
- Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo. – Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.
Y las rosas estaban muy incómodas.
- Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó. – No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa.
Y volvió con el zorro:
- Adiós – dijo...
- Adiós – dijo el zorro. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos – repitió el Principito a fin de recordarlo.
- Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante.
- Es el tiempo que he perdido en mi rosa... – dijo el Principito a fin de recordarlo.
- Los hombres han olvidado esta verdad – dijo el zorro. – Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... - repitió el Principito a fin de recordarlo.

(El Principito, Capítulo XXI)

viernes, 19 de marzo de 2010

Piscinas de bolas para padres


Hola pápá, feliz día del padre. ¿Dónde comemos hoy?

El padre, cansado del trabajo de la semana y poniendo la vista en un largo fin de semana, piensa en algo fácil, o bonito tal vez... Pero el resto ya ha tomado la decisión por él: nos vamos al centro comercial.

Maldita sea... ¿No sería más divertido que mis hijos me hicieran una quiche de jamón y queso? Todos como borregos al centro comercial más cercano. Que no es suficiente con el estrés que pasamos toda la semana, corriendo de un lado a otro, con prisas, al cole, al trabajo, a baloncesto, a inglés, a coger a la niña, a hacer la compra, a casa, a bañarse... Y hoy, que es mi día me llevan junto al resto, o los restos, de los padres a hacer una cola de una hora a un centro comercial. Y digo cola de una hora porque todas las familias de la zona también han debido pensar que era muy espcial ir a Gino's a comer y que por lo tanto no iba a ser difícil encontrar sitio debido a tan original idea.

Bueno, piensa la madre, si no hay sitio en el Gino's nos vamos al Mc Donald's que es más barato y los críos se entretienen con el regalo de la hamburguesa y la "jaula" de bolas de colores. Total, ¿para qué sirve el Día del Padre? Le damos la corbata y la colonia, y todos tan contentos...

¿Y lo divertido que sería llevar a tu padre a una piscina de bolas gigante?

Familias del mundo, os propongo planes alternativos para este día inventado por el cristinianismo y alentado por El Corte Inglés. Aún estáis a tiempo, quedan unas cuantas horas para disfrutar de papá antes de que se eche la siesta o termine hasta las narices del ruido del Mac Donalds... Llévale a una piscina de bolas y juega con él. Hazle un bizcocho de limón y nata. Sal a la calle y pasead. Regálale un libro. Cuéntale cómo te va en el curro o los problemas que rondan tu cabeza...

Haz lo que sea para aprovechar este festivo que otros pasamos en la oficina... Haz cualquier cosa, pero no le lleves nunca más a un centro comercial. Él nunca lo haría.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Sol, solito, caliéntame un poquito


Qué gustazo, por favor. Mira que me gusta el invierno, pero necesitaba el sol en mi vida, tanta oscuridad me estaba matando. Y es que el sol nos regala bienestar, nos guste o no. El martes fui a hacer la compra semanal y cuando volvía para casa me fijé en las terrazas de la calle Argumosa. Pensé en lo agusto que estaría tomándome un vino mientras el sol resplandecía sobre mi cogote, así que eso hice... Fue una sensación de libertad absoluta. De felicidad. Me sentí viva mientras saboreaba un cigarrillo, un vino blanco y cuento de Cortázar... Por fin, llega la primavera. Mis hormonas ya están preparando el confeti.

jueves, 11 de marzo de 2010

RECUERDOS DE CERCANÍAS


Hace seis años cambió nuestra vida, lo queramos o no. Recuerdo que eran las 8.30 de la mañana, aproximadamente, ese día había huelga de estudiantes y me tocaba cubrir unas vacaciones en una revista para la que trabajaba como becaria. Llegaba tarde. Iba con prisa. Saqué el billete dirección Alcalá de Henares, me di cuenta de la equivocación y fui a la ventanilla a cambiarlo. Mientras tanto en la megafonía de esa estación de Cercanías de Fuenlabrada una voz metálica advertía de que había retrasos en los trenes por una incidencia en Atocha. De incidencia pasó a atentado terrosista. Me llamó mi madre, se iba la cobertura. No conseguía hablar con el trabajo. Cónseguí hablar con mi madre que me decía que ETA había puesto un coche bomba en Atocha....
Recuerdo más esos momentos que el resto del día, en la redacción, viendo el Canal 24 Horas y las imágenes que a todos se nos quedaron en la retina. Conservo los periódicos de ese día (ediciones vespertinas) y los del día siguiente. Y el justificante que me hizo Renfe para presentar en el trabajo...
Y creo que el 11M marcó un antes y un después en todos los sentidos, desde la forma de tratar de la información de los medios de comunicación, hasta la forma de tratar a las víctimas de sucesos como este. Hoy no sacaríamos en portada la imagen de una mujer muerta plastada por los restos de un cercanías en la estación de El Pozo. Pero hoy sí persiguiríamos el testimonio hasta la saciedad. Nos dejó consternados pero, para bien o para mal, aprendimos de ello.
Desde que vivo en el centro de Madrid no uso el cercanías. Sólo de vez en cuando cuando bajo al sur a visitar a amigos de aquella época. Pero no puedo evitar, siempre que lo cojo en Atocha, acordarme de esa imagen, la imagen. Creo que el miedo, pese a tornar en valentía al gritar por la libertad y la paz, sigue en los trenes de Madrid. Miedo que a mi me entra también, cuando veo que seis años después las víctimas no se ponen de acuerdo, por ideología política o por lo que sea que no sabemos.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Cómo ser tú y no morir en el intento

Parecía que la primavera había llegado a Madrid, pero entre la ciclogénesis explosiva, el nuevo frente frío y las lluvias, volvía a ser invierno. Al salir a la calle sentí frío, pero era normal, a las 22.30, una noche de marzo, y con un vestido escotado, es lo menos que podía sentir. Esa noche había que ir guapa y sabía que, en el fondo, el frío era sólo algo superficial.
Frío en la calle. Calor en el Metro. Calor en mi cabeza. Frío en los pies. Me pasa siempre que estoy nerviosa, no lo puedo evitar. Así que puse en práctica los trucos de la respiración, por aquello de lo aprendido en yoga años atrás y tal... Respirar... inspirar.... respirar... inspirar.... fuera nervios... inspirar... expirar... ah no... inspirar... Total que no se me fueron los nervios hasta que le vi.
El chico del metrochentayseis y su sonrisa desconocida me estaban esperando con un halo de calor. De repente me ardían los pies. Todo va a ir bien. Inspirar... Sé tú misma. Aunque con esas piernas, como salga corriendo será difícil alcanzarle... Sé tú misma. Me ha sonreído, va bien. Fue bien. Y por si os interesa saberlo, no morí en el intento.

sábado, 23 de enero de 2010

DESENTERRANDO LA DIGNIDAD


Estoy feliz. Ayer me llamó mi abuela para decirme que, por fin, abren la fosa en la que creemos están los restos de mi bisabuelo Bonifacio. Fue fusilado en agosto de 1936 por pertenecer a la UGT, a la Junta Agrícola Local de su pueblo, Ablitas (Navarra) y por defender los derechos de los jornaleros y pequeños propietarios que habían conseguido sus tierras con el trabajo de muchísimos años, como era su caso.
Me enteré de esta historia el día que le pregunté a mi padre por qué se llama Bonifacio, ya que me estaba suponiendo un trauma en el instituto. Mi padre me contestó: "Pregúntaselo a tu abuelo". Y en la siguiente visita a los abuelos él me contó un poco la historia, pero de forma muy breve porque él sólo tenía 3 años cuando se llevaron de paseo a su padre y porque nunca le ha gustado hablar de este tema. Demasiada rabia contenida, supongo.
Años más tarde, gracias a los conocimientos adquiridos por una beca de investigación y con la información que me proporcionó mi tía-abuela Carolina, conseguí recuperar el certificado de defunción de mi bisabuelo, en el que decía que dos testigos aseguraban haber visto su cadáver y que había muerto "por el Movimiento Nacional". Sin embargo ningún documento acredita que su cuerpo fue enterrado en el cementerio de Tudela (Navarra), gracias a la solidaridad de una aristócrata que cedió las tierras de su familioa para que los fusilados por Franco tuvieran un enterramiento medianamente digno. Vamos, para que no fueran enterrados en una cuneta, mucho más difícil de localizar y mucho más habitual en aquellos tiempos.
Ahora los familiares de algunos de los fusilados en Ablitas durante la Guerra Civil han creado una asociación y gracias a esto hemos conseguido lo que tantos años llévabamos esperando: que cada cosa esté en su sitio. Aún no han empezado las excavaciones pero estoy esperanzada. Estoy contenta porque por fin mi abuelo va a tener la oportunidad de descargar la rabia contenida y de visitar en Todos los Santos un único cementerio para recordar a su madre y a su padre. Es una pena que no se haya valorado la Ley de Recuperación de la Memoria Histórica tal y como se merece. Muchas familias estamos consiguiendo recuperar la dignidad enterrada en fosas de cementerios y cunetas durante tantos años.

domingo, 17 de enero de 2010

Un sindios


Hoy ha sido un día realmente duro. Lo primero es que trabajar en turno de fin de semana ya es difícil de por si, ya no por el turno sino por las jornadas super intensivas que pasamos en el trabajo. Lo de madrugar siempre se ha dado mal y soy bastante dormilona pero este trabajo que tengo me hace estar siempre en alerta y puedo aguantar 12 horas del tirón sin dormirme ni siquiera después de comer.
La noticia del día, el terremoto de Haiti y sus muertos y su olor descomposición y las moscas y los hospitales colapsados y el sensacionalismo de los medios de comunicación tampoco han ayudado mucho, la verdad. He intentado no ver imágenes del terremoto estos días y trabajando en televisión es difícil pero casi lo había conseguido hasta hoy que, obviamente, no me ha quedado más remedio. Y me parece tremendo que hayamos tardado tres días en ver la ayuda en Puerto Príncipe después de ver los cadáveres, las ruinas y la miseria de esta pobre gente que tiene la mala suerte, por llamarlo de alguna forma, de vivir en el país más pobre de Latinoamérica.
Me ha dolido escuchar a periodistas hablando de miembros amputados e incorporando en sus videos imágenes de niños llorando de dolor. Lo veo innecesario y no es por querer evitar el dolor de los demás ni por querer estar ciega a la desgracia haitiana, es por el puro sentido común de que estamos obviando algo muy grave: la ayuda internacional ha tardado tres días en llegar.
Os recomiendo, igual que mi compañero Javier Gómez me ha recomendado a mi, que leáis las crónicas del periodista de El País Pablo Ordaz. Deja claro que los periodistas sobramos cuando nos confunden por médicos y nos piden medicinas para calmar el dolor. Tenemos la obligación de informar porque ese es nuestro trabajo, pero me da la sensación de que nos estamos recreando demasiado en los detalles más escabrosos del desastre y nos estamos olvidando (hablo en general) de la necesidad que impera ahora en Haiti.
No soy diplomática ni dirijo ningún organismo internacional ni ninguna ONG (que por cierto están haciendo un gran trabajo y un tremendo esfuerzo para ayudar a los hatianos), pero estoy echando de menos a la ONU e incluso a la OTAN con sus helicópteros que supongo tienen más facilidad para acceder a esta zona del mundo que huele a muerte. Y no busco arreglar el mundo desde este espacio, sólo es una reflexión de una periodista que está triste y que con informaciones como las que he visto hoy en alguna televisión aborrece un poco más esta profesión, o lo que queda de ella.

viernes, 15 de enero de 2010

Tierra de nadie



Dice el comisario de la exposición que Pierre Gonnord (Cholet, 1963) es un escrutador de almas. Y en parte le doy la razón, aunque es más fácil llegar a las almas de los que fotografías y de los que ven esas fotos en gran formato cuando el que posa es un minero lleno de carbón con nombre ruso y/o yugoslavo, una señora de cien años con bigote, uñas negras y ojos hundidos y un jubilado con chaqueta de pana, claro nostálgico del comunismo. Cuando miras los ojos de esas señoras del norte de España, de los pueblos más profundos de nuestro país, cerca de la frontera con Portugal te recorre un escalofrío y sientes un poco de repelús. En parte porque te imaginas lo que han visto esos ojos, probablemente más a través a televisión que de lo que han vivido en su propia casa.

En la exposición “Terre de personne”, que podemos ver gratis en Alcalá 31, hay una fotografía que nunca podré borrar de mi retina porque este gran fotógrafo apadrinado por Madrid ha conseguido que pueda sentir el olor de esa mujer. Es casi un fantasma. Apenas la ha iluminado. Estoy segura de que es viuda y de que su vida es rutinaria, como no puede ser de otra forma en un pueblo de monte. Está abrigada, viste de negro y la cámara y la iluminación marcan las distancias. Y es lo primero que te encuentras cuando llegas a la muestra, después de poner el paraguas en una bolsa de plástico y pasar el control de seguridad. Realmente da un poco de miedo. Es altiva, o al menos le enseñaron a posar de esta manera en las fiestas del pueblo y lo más seguro es que viva sola y salga poco de casa porque su cara está llena de arrugas pero no parece que le haya dado mucho el sol últimamente.

Me gustan los retratos de Pierre Gonnord y me gusta la intención que pone en su exposición al alternar las fotos de esta gente (merecen mucho la pena las fotos de los mineros) con incendios, rocas y océanos. Destrucción y naturaleza con la mirada del paso del tiempo curtida con los años y la historia, o con la necesidad. Me gusta porque me recuerda un poco a los retratos de Goya, pero sin pasarse. Están posando, aparentemente de forma natural pero son fotos con intención, igual que aquellas que sacó a las geishas y que son tan geniales.

No se mucho de técnica fotográfica, lo justo, pero me gusta cómo ilumina sus miradas. Me transmite muchas cosas. Y eso compensa a las fotos de los paisajes que, para mi, no son tan brillantes. Y no hacía falta la excusa de haber ganado el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en 2007. Sea como sea merece ver esta muestra. (17 diciembre 2009 - 28 febrero 2010. Sala Alcalá 31 – Madrid)