domingo, 16 de enero de 2011

Estar de vuelta de todo

(De mi blog de La Sexta Noticias)

Hoy he tomado la infusión de después de comer con unos amigos a los que no veo muy a menudo, por la distancia en un caso y por los horarios incompatibles en el otro. Hablábamos de las relaciones, del conocer gente, de las cosas del corazón, de las cosas de las sábanas y de otros temas variados. Una de estas personas me contaba que hoy tiene una cita con alguien a quien conoce desde hace poco, de hecho nunca se han visto en persona, y que se sentía un poco insegura. Ha elegido para quedar un sitio que controla, un parque, para ver el atardecer. Alguien ha dicho en ese momento que era falta de experiencia porque cuando estás de vuelta de todo el romanticismo lo tienes en los pies y te vuelves más práctico.

Llegados a una edad todos tenemos experiencias que nos han dejado huella, eso nos hace más desconfiados y menos vulnerables, pero no significa que si eres romántico dejes de serlo. Quizás te cohíbes más, no exteriorizas todo tal y como te gustaría, pero eso no significa que no sepas poner las cartas sobre la mesa. Evidentemente es algo que tiene que ver con la personalidad de cada uno, por eso creo que la experiencia no puede cambiar tanto el carácter de uno como para parecer un novato cada vez que se conoce a alguien. Aunque también veo normal ser novato cada vez que se empieza porque tú has cambiado por la experiencia anterior y quien tienes delante también es nuevo para ti. Entonces, ¿por qué no quedar para ver un atardecer en la primera cita? En un inicio he aconsejado a mi amiga que no haga esa cursilada, pero ahora rectifico.

Hemos hablado entonces de las redes sociales y portales para encontrar pareja. Dos de los tertulianos han afirmado que los heteros llevan 20 años de retraso respecto a los gays en tema de conocer gente por internet y que ahora se ha puesto de moda, mientras que ellos ya ponen claramente en sus perfiles si lo que quieren es follar o enamorarse. Eso sí que es tener el romanticismo en los pies, y no estar de vuelta de todo. Bueno, a menos que estar de vuelta de todo signifique tener las cosas muy claras. Aunque las personas que tienen las cosas claras también pueden ser románticas. Vale, paro.

¿Qué quiero decir con este rollo infumable? Que muchas veces no tenemos lo que anhelamos porque nosotros mismos nos ponemos obstáculos. Y cuando te haces mayor, y estás de vuelta de todo, a veces merece la pena dar una vuelta más a todo eso, pero en sentido contrario. Deshacer el nudo puede ser mucho más divertido… y hasta romántico

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